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miércoles, 13 de junio de 2012

Capitulo 18: il boulanger

¡Hola a tod@s! Bueno, he decidido renovar hoy porque no se si podre hacerlo el viernes. He de deciros que en el próximo capitulo empezara la obra de Teatro y aparecerá por 1º vez el nuevo personaje del concurso, al que aun tenéis tiempo para participar. Un muxu enorme y ¡que la suerte este siempre de vuestro lado!





-¡Buenos días, lavadora! ¿Como se encuentra? ¡Oh, Dios mio! ¿Quien le ha sacado del taller Monsieur caballete? ¡Anda! ¿Tambien están aquí Monsieur pincel?
Definitivamente, se me había ido la pinza. Pero es que estaba de vuelta en casa y tan rematadamente feliz, que mi claustrofóbico Taller ahora me parecía un verdadero palacio. Mi hermana soltaba grandes risotadas cuando yo me lance sobre la cama y comencé a disculparme con mi viejo despertador.
-No creo que te perdone, lo has tratado fatal.
Le saque la lengua y mire mi mesa donde se encontraban todos mis libros. Daphne los trajo ayer, ya que fue el ultimo día de clase. No me daba pena habérmelo perdido, y no tenia que recuperar ninguna, así que mi única preocupación era la obra de Teatro que íbamos a representar ese viernes. Iba a ir bastante gente por lo que se, los niños pequeños de los cuales algún familiar suyo actuaba, compañeros de curso, familiares...etc
Así que iba a ver publico cuando hiciera el ridículo.
Cogí el guión y lo revise un poco, pero era tan monótono que me lo sabia de memoria y era un peñazo tremendo.
Con esos pensamientos, deje que el sueño me visitara.


La mañana del jueves, me desperté tarde, por lo que, a la una empecé a preparar la comida (cosa creo, no había echo en mi vida). Básicamente, se trataba de una ensalada de frutas, unos sandwiches y una virgueria de helado que presente de postre. Natalie llego pronto y se quedo pasmada al verme cocinando con mi delantal del monstruo de las galletas, pero como no quería ofenderme, se lo comió todo.
A la tarde me eche una siestecita, pero antes siquiera de ponerme a ello, Natalie me mando un recado para esa tarde:
-Hope, ¿podrias pasarte por la Boulangerie Julie y coger la tarta que le encargue? Es que hoy volveré tarde, por que tengo que corregir los exámenes de Ordinaria y mañana no puedo pasar a cogerlo.
Asentí con la cabeza, pero aquello me parecía muy sospechoso.
-¿Por que has comprado una tarta? Tu nunca compras dulces.
Ella se giro con una sonrisa.
-Alan me ha invitado a cenar en su casa, y me he ofrecido a llevar el postre si el lleva el champagne.
-Ah, muy bonito, ¿y a mi no me vas a dar nada?-digo ofendida pero contenta por la noticia.
-Ay, que quejica eres, en serio.-saca un par de euros y me los deja sobre la mesa-Toma, comprale un muffin a Julie.
-Luv Ya
Me soplo un beso y mis ojos se cerraron en el acto.
Cuando desperté, el atardecer estaba cayendo. Mire el reloj y maldeci en voz alta. Las siete y media. Salte de la cama y me puse unas bailarinas celestes horrorosas. Luego corrí por toda la calle hasta llegar a la panadería.
El ruido de la campanilla me sobresalto. Eso era nuevo. Observe la dorada campana, que colgaba del techo, y luego me fui fijando en los demás cambios.
La panadería, antes tan simple, con una capa de blanco, el mostrador y detrás, expuestos, sus excelentes panes recién hechos y otros dulces. Sin embargo ahora había cambiado, no radicalmente, pero se notaba la diferencia.
Estaba observando una extraña y antigua bicicleta cuando oí unos pasos tras de mi y me gire para quedarme con la boca abierta.
-Bonjouir! Ça va, bien, madeimoiselle?
Seguía mirando su bloc de notas y me di cuenta entonces de que no me habría visto bien. Carraspee.
-Oui, Peter, ça va bien, merci.
El pequeño cuaderno se le escurrió entre los dedos. Sus ojos (hoy verdes) me buscaron y el entreabrió la boca, gesto que a mi normalmente me hacia poner cara de tonta o suspirar.
Hoy suspire.
-Vengo a recoger una tarta a nombre de Natalie Moonlight.
El me miro dos veces y estuve a punto de repetírselo cuando se volvió hacia una de las dos puertas del interior. Volvió con una pequeña caja blanca, con un estilizado dibujo encima.
-Merci... ¿te quedan muffin's?
-Au chocolat?-pregunto el nervioso.
-Oui.
Me lo envolvió y le tendí el dinero. Deseaba salir corriendo de allí, pero le pregunte:
-¿Como es que...? ¿Cuando...? Bueno, tu...-Dios mio, parezco idiota.
Sin embargo el pareció captarlo, por que me salvo del apuro:
-El lunes. Mi tía necesitaba ayuda y me ofrecí ya que no tengo mucho que hacer ahora en verano, bueno hasta que me marche a Berlín.
Omití totalmente la palabra teatro.
-Espera... Julie ¿es tu tía?
-Si, Julie Santrê ¿no lo sabias?
Pues, hombre, si lo he preguntado, sera por que no lo sabia, ¿no?
Me muerdo la lengua y decido cambiar de tema.
-¿Berlin?
-Si, mi madre es de alli y vamos a pasar unos días.
-Ya me parecía a mi ¿Y tu sabes alemán?
-Si
Sonrió y antes de que comience otro incomodo silencio, me despido y corro al Taller.

4 comentarios:

  1. Me encanta ^^
    Tengo ganas de saber quien es el ganador o ganadora del concurso n.n
    Sigue escribiendo igual de bien.
    Besos

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  2. Está geniaal Ninaa!
    Espero leer el siguiente en cuanto puedas colgarloo!
    Suertee!

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  3. Simplemente es FANTÁSTICO, acabo de leerme la historia entera y no podía dejar de leer!! Escribe el siguiente pronto porfaa!
    Besos!

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